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lunes, 29 de agosto de 2016

Leyendo entre líneas | Kiro y los benefactores

En medio del torbellino de reacciones que ha provocado el estreno internacional de Viejo Calavera, su director Kiro Russo se mandó un delicioso y revelador bocadillo, trastornando su ronda triunfal de entrevistas en algo definitivamente más interesante:
"Para poder hacer esta película tuvimos que sacrificarnos muchísimo, hacernos préstamos y utilizar todos nuestros ahorros. Esto no es una novedad y es algo que sucede desde siempre con el cine nacional, esto es una vergüenza. Nunca se podrá tener una continuidad y una evolución si no tenemos apoyo por parte del estado, si no se conforma de una vez un sistema de apoyo oficial. Lo triste es que si bien hay bastantes medios, solo es una cuestión de falta de voluntades, de conveniencia y falta de organización. ¿Pueden creer que de los millones de dólares que generan las multi salas cada año en nuestro país, ni un solo centavo se queda para el cine nacional?, ¿No es este cine mainstream la mayor arma de colonización de los gringos? ¿En dónde queda todo el discurso de nuestro gobierno contra esta dominación gringa?. No queremos limosnas, queremos un apoyo digno para realizar nuestra profesión."


Ay, la persistencia del Estado asistencial/paternalista. A este paso, los "nuevos cineastas bolivianos" tendrán que ponerse en la cola detrás de los discapacitados y personas de la tercera edad para reclamarle su platita, un bono, una ayudita, una bendita caridad al gobierno. Lo que pasa, y ahí se lee muy fácil entre líneas, es que Russo y los suyos quieren que el Estado reemplace a sus papis como el benefactor/mecenas que los mantenga y permita seguir haciendo un cine exportable, reseñable y todo eso que hoy celebra medio mundo, a espaldas del público y contexto bolivianos. ¿Habrán escuchado de John Cassavetes, Roger Corman, Perrone, Jack Smith, Sembène Ousmane, Andrew Bujalski, Homero Cirelli, Chen Kuo-Fu? ¿Cuánta plata habrán recibido del gobierno o de las taquillas de los cines comerciales ellos? Ojo que hemos tenido el cuidado de citar un par de ejemplos de países bajo amenaza del ariete "colonialista" que es el cine comercial yanki, Russo dixit. Tal vez su financiamiento y liquidez mejoró cuando estos directores se pusieron viejos, famosos y creativamente estériles; todos unos carcamanes, pero... chicxs, la cosa no funciona así.

Éste es blog no es un grupo cerrado más. Recibimos contribuciones, propuestas o cualquier otra cosa en pequeniascarnivoras@hotmail.com 

9 comentarios:

  1. De socavón, grupo cerrado formado íntegramente por cineastas hombres, recibimos este comentario delirante que recuerda las mejores bravuconadas de Sanjinés o Bellot.

    "Roque, cuando hagas un largometraje vas a tener derecho a opinar.
    Y para tu conocimiento "nuestros papis" no ponen un peso hace más de 15 años.
    Nuestro trabajo lo hemos hecho con sudor y compromiso. Fácil es escribir desde el anonimato. Difícil es dar la cara y hacer cine. Tus ejemplos son pelotudos y no tienen nada que ver.
    cualquier día nos sentamos cara a cara y lo discutimos."

    Para la próxima, si es que van a meterse a estas cosas, esperamos menos rabia y un poco más de esfuerzo al polemizar.

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  2. Era que no se quemen respondiendo a este tipo de cosas, son realizadores y queda claro que lo suyo no es articular ideas. Era mejor que esperen a que sus críticxs lameculos los defiendan.

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  3. ¿Un realizador que no articula sus ideas qué es? ¿Un camarógrafo amateur?

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  4. Otra lectura entre líneas:
    Las modernas y cosmopolitas carnívoras proponen que el estado boliviano no se meta en apoyar la cultura. Si Cassavetes hizo pelis con dinero de sus suegros, y Sembene hizo pelis con dinero del estado francés, ¿por qué estos cineastas malhumorados le exigen tanto al estado boliviano? Al final Francia y los suegros de Cassavetes siguen ahí, ¿o no?
    Es la misma posición que la del caballero que dice: “Mi cultura es Shakira, y el estado no debería apoyar a los fracasados que no son como ella.” (http://www.eldeber.com.bo/opinion/subvencion-cultura.html)
    El libre mercado lo soluciona todo, parecen decir las pequeñas carnívoras. Aparte de la cultura, privaticemos entonces también la educación, la salud y la seguridad. Al final, que los que quieran tener acceso a estas cosas, que se lo compren, y los que no tienen plata, que se jodan. Su discurso fue moderno en los 90s, pequeñas.
    Los 90s pasaron, y ahora vivimos en un país que se tira millonadas en un turbio Ministerio de Comunicación, pero no abre fondos concursables para la cultura. ¿Dónde están paradas y a quién están criticando, pequeñas?
    Y una cosa más: Si pueden hacer gala de su inmensa cultura cinematográfica y sacarse una docena de cineastas de la manga, ¿no será por que a alguien ese cine le pareció “exportable”? Ustedes no conocieron a Perrone en Ituzaingó. Lo más probable es que vieron sus películas echadas en el sofá de sus papis, pero ahora esto les da un poquito de vergüenza.

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    1. Gracias por participar en el debate, compay. Creemos que es saludable y valioso. Ojalá más gente se animara, en lugar de intentar desenmascararnos en las reuniones de sus grupos cerrados.

      El que ha mencionado el "libre mercado" eres tú. Hasta donde sabemos, Jack Smith no estrenaba en esos circuitos, al que en cambio ustedes sí parecen aspirar según estas declaraciones. Es muy válido y por supuesto que poder acceder a fondos concursables y cuotas en salas sería apreciable, pero no puede ser la única opción. Hay otras maneras y nos pareció entender que el fuerte de Socavón era buscar nuevas formas de hacer y ver cine en Bolivia. Demandar apoyo estatal con tanta urgencia nos sonó contradictorio, ¿no crees? Si la declaración viniera de, pongamos por caso, Tonchy Antezana, otro sería el cantar.

      Oye, a esos cineastas los conocimos en DVDs piratas, es verdad. Puede que comprados de los mismos proveedores que mucha otra gente en Bolivia. En cualquier caso, son ejemplos aleatorios que no esperábamos se usaran como armas arrojadizas. Medio que eso es cambiar de tema, ¿no?

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  5. Agradecemos el comentario de Herr Hilari y su tono mordaz.
    Aunque lo de intentar hacernos quedar como neoliberales y privatizadoras es una jugada torpe, muy a tono con el autoritarismo estatal, que utiliza este descalificativo cada que puede.
    Como dice Herboso, quien trajo lo del libre mercado a cuento es Hilari, como falacia del hombre de paja, para podernos pegar a gusto.
    Nosotras no somos quienes para resolver la política cultural del estado boliviano, pero no podemos evitar reírnos del ánimo de mendigos de la mayoría de cineastas, y no dejamos de pensar que hay otros caminos que no tienen que ver con el estatismo.
    Es decir, sí, sería ideal que el Estado ofrezca fondos concursables y apoyo al arte, por más minoritario que sea, pero en un país como Bolivia (¿saben cuál es el salario mínimo aquí?), no dejan de estar fuera de lugar el tipo de exigencias histéricas como las de Russo.
    En todo caso, desde un argumento de filosofía política, hay muchas otras cosas en los que un estado como el boliviano tendría que invertir, antes que en películas que sobre todo se exhiben en salas europeas.
    ¿O lo que reclaman en verdad es su cuota en medio de la corrupción y despilfarro?

    Pasa lo mismo con lo de cosmopolitas. Una revisión de la mayoría de lo que se ha escrito aquí, hecha por tierra esa categorización. Desde nuestras limitaciones, hemos estado mucho más atentos a formas de cine popular que cualquier otro medio.
    Más cosmopolitas son quienes privilegian el circuito de festivales europeos antes que los circuitos locales y el internet. Aunque se disfracen de nacionalistas exacerbados.
    Lo que no deja de sentirse en su argumento, como en todo nacionalismo, es un tufillo vanguardista. Dennos dinero para que nosotros, los cineastas, representemos a bolivia en el país del cine (o sea, en el circuito festivalero), eduquemos a las (pobres) masas, y de paso reproduzcamos nuestras condiciones de vida.
    Eso me parece aún más contradictorio tratándose de cineastas que se preocupan poco por el público local, cineastas cuyo objetivo primero y estándar de validación es el circuito de festivales.
    Yo no conocí a Perrone en Ituzaingó.
    Lo vi gracias a la piratería, porque no tengo el dinero ni el capital social ni nada de lo que se necesita para ir a festivales de cine o verlo en un link privado.
    Por el contrario, hasta el día de hoy no he podido ver El Corral y el Viento, porque a dos años de su estreno, todavía no se puede conseguir entre los piratas ni se puede ver en internet, y no tengo la suerte de vivir en una ciudad del eje, donde han ocurrido la mayoría de sus exhibiciones.
    Pero, de todos modos, no estoy segura de que Perrone mantenga el discurso nacionalista y mendicante por el que se han inclinado en el último tiempo. En todo caso, ése es problema de Perrone, y como no fui yo quien lo puso como ejemplo, no me meto más en eso.
    * Con discurso nacionalista me refiero sobre todo a sus declaraciones. Obvio que sus películas están más allá de eso.

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  6. Al final, incluso los más "multiculturales" de los cineastas bolivianos son no más hijos del 52.

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  7. No, no es cambiar de tema, ni la intención es arrojar armas. Ustedes hablaron de un “cine exportable, reseñable y todo eso que hoy celebra medio mundo, a espaldas del público y contexto bolivianos”.
    En primer lugar, si estuviéramos a espaldas del público boliviano Roque Herboso no se habría enterado de nada, ¿no? Por que entiendo que Roque Herboso es bien boliviano. Al menos parece que se autoproclamó defensor de la bolivianidad en el cine. Patria no temas, que llegó Roque Herboso a rescatarte del olvido y del desprecio en el que te tienen sumida los cineastas alienados.
    Si leo entre líneas, lo que Roque quiere es un cine 100% boliviano, blindado e inmaculado de cualquier atención extranjera, hecho por manos bolivianas para ojos bolivianos.
    Y vuelvo a preguntar, si Perrone sólo haría cine para Ituzaingó, ¿cómo veríamos sus películas en nuestro ensimismado país? ¿Y entonces cómo haría Roque para demostrar su vasta cultura cinematográfica?
    En cuanto al libre mercado, yo lo mencioné, pero ustedes lo invocaron (entre líneas, puede ser). En su tono hay un cierto desprecio por todos aquellos (discapacitados, etc) que “reclaman una platita, una bendita caridad” al “estado asistencial/paternalista”. Si eso no es babear por el libre mercado, no sé que es.
    Y no es que el apoyo estatal sea la solución a todos nuestros problemas, pero si se está reclamando algo que corresponde. Parece que en algo coincidimos.
    Chau. Y vengan al Radical, carnívoras.

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  8. La verdad es que estos carnívoros me resultan una bola de estúpidos que solo pretenden joder y provocar sin dar un más mínimo aporte.

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